Comienza el buen tiempo y con él muchos nos animamos a retomar la actividad física o practicar deporte al aire libre. Uno de los deportes estrella en esta época es la natación.
Habitualmente escuchamos que la natación es muy beneficiosa, que es el mejor deporte para nuestra espalda, pero ¿hasta qué punto esto es así?
Como sabemos, la natación no produce impacto a nivel articular porque en ella no existe el efecto de la gravedad como ocurre al realizar otros deportes fuera del agua como el running, el pádel… Pero, por otro lado, en la natación se realiza un gesto repetitivo de brazos, piernas y cuello, que someten nuestras articulaciones y estructuras musculares a una carga que puede llegar a ser lesiva si no se realiza adecuadamente.
Una buena técnica junto con un correcto estado de nuestra musculatura y articulaciones, es ideal para prevenir las lesiones que se producen con esta práctica deportiva, sobre todo a nivel de hombro (bursitis subacromiales, tendinitis del supraespinoso, tendinopatías en el bíceps, lesión de SLAP, etc.) o a nivel de cuello (cervicalgias).
Desde Maria Jesús Coll Espaciosalud & Fisioterapia queremos darle la importancia que merece a la prevención de estas lesiones. Recomendamos llevar a cabo una correcta técnica y una preparación muscular que permita hacer el movimiento de forma óptima desde un punto de vista biomecánico, como bien hemos comentado en posts anteriores.
¿Qué hacer cuando ya nos hemos lesionado?
- Una vez ocurrida la lesión es importante hacer un buen diagnóstico. Para ello contamos con la colaboración del Dr. Nestor Zurita Uroz, especialista en cirugía artroscópica del hombro (Hospital Imed de Elche), que valorará la necesidad de un tratamiento médico (EPI, que ya comentamos en el anterior post; o el PRP, Plasma Rico en Plaquetas) y el Dr. Pedro Juan Vicente Bernad, especialista en medicina deportiva (Hospital Imed de Elche)
- A continuación el fisioterapeuta actuará para mejorar la calidad del tejido lesionado (bajar la inflamación, quitar el dolor y recuperar las fibras), restablecer la buena biomecánica del hombro (darle el gesto correcto al hombro con el que poder trabajar y así evitar volver a lesionarse) y de esta manera volver cuanto antes a la práctica deportiva en las mejores condiciones.
- Por último, el readaptador se encargará de ayudarte a fortalecer e integrar el hombro en el gesto deportivo adecuado.
Recuerda, ¡¡¡¡LA PREVENCIÓN LA MEJOR TERAPIA!!!!
No te olvides de los mecanismos de lesión. Es muy importante el trabajo tanto de la técnica deportiva como de la biomecánica del cuerpo humano para prevenir lesiones y recidivas.